jueves

Como podemos ayudarle?

La ayuda al adicto no debe ser en ningún caso el aceptar su condición y "alcahuetear" .

Ayudar al adicto tampoco es tener conductas agresivas o muy complacientes, sino no puede seguir escondiéndolo o no puede seguir justificándolo.

Como padres, debemos de entender, que no debemos patrocinar el problema. Se ha de ver muy bien la situación, tanto la del afectado como la del entorno familiar y buscar, "de existir factores" que pueden propiciar al adolescente a justificar su consumo.


Por ejemplo podemos mencionar:

* Maltrato físico o verbal de parte de alguno o varios de los integrantes de núcleo familiar al joven.
* Ruptura del núcleo familiar (divorcio).
* Conductas denigrantes, etc.

Y ya que en muchos de los casos, el entorno familiar y sus conflictos vienen a ser los detonantes en los cambios de conducta del joven.

Sin embargo, no debemos los padres sentirnos culpables de la situación, sino mas bien responsables de buscar la forma de reorientar al joven de forma tal que acepte su problema y se haga receptivo a dar curso a las soluciones mas convenientes según sea el caso y buscar ayuda profesional en instituciones o profesionales que se dediquen a la atención del adicto y su re-educación o rehabilitación según sea el caso.

En el caso de una pareja adicta se recomiendan los lineamientos anteriores, recalcando en el adulto la necesidad de su re-educación o rehabilitación como única forma de salir del problema.


Hay que tener claro, que el adulto es inclusive mas difícil de orientar que el joven, pues influyen factores distintos en el caso de necesitar ser recluido, como puede ser el hecho de que el componente adicto de la pareja es quien proporcione el sustento del hogar, pero esto no puede ser impedimento para su rehabilitación, pues hay que enfatizar que tarde o temprano, el consumo terminará afectando la relación de pareja, la educación de los hijos, las finanzas familiares y hasta la salud mental de la parte de la pareja que es quien lleva la carga emocional de convivir con una persona adicta y sus problemáticas asociadas.

Un padre o una madre adicto no es, ni podrá ser, "mientras lo sea", un buen ejemplo para sus hijos, una persona productiva ni alguien con futuro.

La adicción destruye relaciones y divide a las familias, y en el peor de los casos, es el factor de mayor importancia que genera la violencia domestica y el maltrato tanto de la pareja como de los hijos.
En resumen, la mejor ayuda no es otra que orientar al adicto a reconocer su problema, hacerse responsable de buscar la solución y motivarlo a ingresar a programas de rehabilitación o reeducación como forma de superar la adicción y reinsertarse en la sociedad de la cual se ha apartado.




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